No encuentro nada más que caparazones, capullos de hierro.
Crisálidas de carne que encierran mariposas de luz, que esperan que su envoltura se pudra para salir a la luz
Cuando desnudaba tu cuerpo, deslizando tu camiseta entre mís sábanas
me sonreías y dejabas que mis manos fluyesen como el cauce de un peligroso y dulce río que deseaba verterse entre tus cordilleras
nuestros cuerpos perdían volumen y ganaban temperatura mientras el ttiempo pasaba como una exhalación a nuestro alrededor
tus caderas se escapaban a la danza de fuego que quemaba nuestro amor por décimas
mis manos cobraban vida, cobraban voz, y a susurros separaban tus muslos resbaladizos de mi cuerpo impertérrito
tu pechos se acercaban y se alejaban... acorde con nuestra danza
tus ojos se cruzaban con los míos y me suplicaban que te llevara al cielo, con la expresión más dulce que jamás he visto
Las mariposas de luz se escapan de nuestros cuerpos, es hora de que las despidamos
Dedicada a La fille aimante...
ResponderEliminarCreo que es una de las cosas más hermosas que he leido en tiempo... me encanta la forma que tienes de expresarlo y el ambiente que creas entre tus palabras.. el movimiento que le das, todo.
ResponderEliminarEs perfecto, precioso.
Mil gracias.
Muchisimas gracias
ResponderEliminarEn serio, me encanta que aprecien mis obras :D
Muchas gracias