lunes, 7 de marzo de 2011

Head

Mi cabeza se ha ido, y me ha dejado una nota
Dice así:
 "Querido David:
 Me voy, para no volver nunca. Han sido unos 19 años muy bonitos pero no puedo más. No quiero crecer.

Cada mañana me levantaba y observaba como nuestro cuerpo había crecido
De las cálidas mejillas a la rudeza del cuerpo adulto pasando por el del adolescente desgarbado. Al principio parece que estaba bien, pero me dejó de gustar en el momento que no quería jugar más. Que pensaba que era demasiado mayor para ello.
La vida era muy divertida. Todo el rato riendo, jugando despreocupadamente y siempre animado. Luego crecimos. Las risas se volvieron esporádicas y luego, muecas extrañas que no concuerdan con nuestra faz. Ya no jugamos.
Ahora solo pensamos y nos preocupamos, y a veces estamos tristes. Cambiastes el dulce colacao por el amargo café...

 Solo veía una solución posible. Te abandono. Es duro, pero justo
 Yo no pedí crecer, eso fuistes tú. Me voy lejos, no me busques.
 Te dejo todo lo que me pertenecía, las ganas de vivir, el impulso literario y la
 fogosidad de espíritu. A cambio me llevo las instrucciones de como volver
 a nacer, tu alegría matutina y el recuerdo de tu cariño.

 Cuídate, el mundo en el que vas a vivir no lo hará por tí. Y yo ya tampoco.
 P.D: Te dejó las videoconsolas, donde voy no las voy a necesitar.
                 
                                      Firmado: Tu mente

2 comentarios:

  1. Brillante despedida. Ten cuidado con la vida que es muy puta, no te vendas barato. Besos y suerte.

    ResponderEliminar
  2. Gracias por el cumplido. Lo tengo y lo tendré... en cuanto a venderme... eso no se cuestiona

    ResponderEliminar